Автор: Пользователь скрыл имя, 02 Апреля 2012 в 21:03, доклад
El “Botellon” es un fenomeno, que ya desde hace unos años define el ocio juvenil en España. El “botellón” no es privativo de la villa y corte. Muchas ciudades de España al amanecer del día ofrecen la misma estampa desoladora: mugre, botellas estrelladas, chucherías rodando por el suelo. Los desperdicios acaban como combustible en las hogueras que prenden los adolescentes para calentarse en las frías noches. Aparte de la borrachera que llevan puesta, los hijos del botellón están atormentando al vecindario con el ruido. Las batallas nocturnas en Granada, cuando miles de adolescentes transforman la ciudad en el “mayor pub al aire libre del mundo” obligan al consistorio a ir camino de prohibir el botellón en el casco antiguo.
“Botellón”
El “Botellon” es un fenomeno, que ya desde hace unos años define el ocio juvenil en España. El “botellón” no es privativo de la villa y corte. Muchas ciudades de España al amanecer del día ofrecen la misma estampa desoladora: mugre, botellas estrelladas, chucherías rodando por el suelo. Los desperdicios acaban como combustible en las hogueras que prenden los adolescentes para calentarse en las frías noches. Aparte de la borrachera que llevan puesta, los hijos del botellón están atormentando al vecindario con el ruido. Las batallas nocturnas en Granada, cuando miles de adolescentes transforman la ciudad en el “mayor pub al aire libre del mundo” obligan al consistorio a ir camino de prohibir el botellón en el casco antiguo.
Este fenómeno es la consecuencia de diferentes factores socioculturales. Según los psicólogos la opción de esta ocupación insana del tiempo libre que tiene tan desconcertados a los padres y educadores debe a la despreocupación por parte de la familia y además a las agresivas estrategias publicitarias de la industria del alcohol. La publicidad asocia el alcohol con el éxito, con la posibilidad de entablar relaciones con el otro género, contribuyendo a una cierta confusión de valores. Si antes los jóvenes bebían para relacionarse y pasárselo bien en un entorno festivo, entonces ahora su propósito es simplemente beber, intoxicándose más y más.
Para resolver este problema es necesario un cóctel de políticas coordinadas: incrementar los precios del alcohol, endurecer el marco legal de venta y, claro, implicar a los adolescentes para la creación de alternativas formas del ocio. El alcohol es más barato que los estupefacientes y es más fácil de conseguir. Aunque los padres previenen a sus hijos en primer lugar contra el consumo de drogas. Los ayuntamientos/Las autoridades han invertido en los últimos tiempos un gran esfuerzo en programas de ocio alternativo para los adolescentes.